Un año después…
Sí, ya ha transcurrido
un año. Nadie hubiera podido imaginarlo y mucho menos yo.
Ahora mi edad ha
cambiado. Tengo un año y un mes. Esta es mi nueva vida, puedo hacer lo que
quiera, tengo otra vida por delante.
De momento comparo mi
nueva vida con la anterior y detecto que estoy cometiendo los mismos errores
que en la otra cometí.
Sin embargo, en esta,
no necesito aprender a hablar ni a escribir ni a caminar ni a nada de esas
cosas banales que todos tuvimos que pasar con mayor o menor esfuerzo.
Lo difícil está en
saberse, en notarse, en quererse, en darse cuenta que no solo estás vivo, sino
que estás viviendo. Yo de momento, vivo, pero no estoy viviendo aquello que
debería, dadas las circunstancias de caducidad que la vida proporciona.
Hay cosas y personas de
la otra vida, que añoro, y ya no están a mi alcance. Esta vida nueva debería
estar desprovista de los años vividos y del recuerdo.
Hay tantas personas que
no conocí, tantos lugares a los que no fui, tantos besos que no di..., todo
ello tenía su momento, ahora es imposible e innecesario. Es como sacar el
carnet de conducir a los 60 años o tratar de aprender un nuevo idioma con esa
avanzada edad.
No obstante, un año y
pico después de mi nuevo nacimiento, estoy aquí, si aquí en el mismo lugar que
ocupaba, conformándome cada vez con menos, necesitando cada vez menos, deseando
cada vez menos. Siendo menos. Unos dicen que menos, es más, y puede que tengan
razón. En mi caso, menos es menos de cojones.
Es cierto que, en esta
nueva versión de mí mismo, aprecio mejor los sabores, los olores, los colores,
los sonidos. Los aprecio con más exactitud. Sin quererlo, las cosas se suceden
como más meditadas, más referenciadas con mi nueva fecha de nacimiento. Todo
adquiere un significado que antes no había, quizás por ello me he vuelto más
sensible y más pétreo a la par. Algo inexplicable que hace que perciba los
momentos vitales como un regalo, con su impresionante e imposible envoltura que
vas desgarrando lentamente hasta llegar a encontrarte con su frágil contenido.
Aprecio del mismo grado
las noches insomnes llenas de terribles y agotadoras pesadillas, que ese café
reconstituyente de las mañanas o ese paseo entre ríos y arboledas con el sol de
poniente, escuchando de cuando en cuando el canto de los jilgueros. Todo
adquiere una nueva dimensión, un nuevo relieve. Necesitas que todo suceda con
los cinco sentidos, que suceda rápido, que suceda todo.
Nacer de nuevo es una
experiencia que, siendo poco recomendable, es a la vez una experiencia que
todos deberíamos vivir. Nos hacer ser aparentemente mejores de lo que fuimos en
la otra vida, desarrollamos ese sexto sentido que estaba latente y que apenas
tuvimos ocasión de escucharle. Ese sentido que nos hace ser conscientes de lo
que somos, lo que perdimos y, especialmente, a donde vamos.
Ahora pongo mi
pensamiento en estas líneas, en una tarde aciaga, lluviosa y triste mientras
escucho con atención los compases de la música de Pepe Lienhard Big Band - The
Midnight Sun Will Never Set.
Entiendo que os pueda
parecer una situación gris y sin aliciente alguno. Tenéis razón. Es como una
pérdida de tiempo.
Pero queridos amigos y
amigas, siento deciros que hagáis lo que hagáis, el tiempo se pierde
inexorablemente. Lo importante es ser consciente de ello. Quiero decir,
plenamente conscientes de ello. Cada tic tac cada latido, cada respiración, es
única e irrepetible y por ello hay que disfrutarla al máximo.
Las personas que perdí
y ya no volveré a ver jamás, viven en mi recuerdo cada día, Ahí las veo, las
pienso, las hablo y las reprocho haberse ido, pero ese es nuestro destino,
nuestro único destino verdadero y el más democrático, No distingue a ricos de
pobres, a blancos de negros, a jóvenes de mayores…
La peor sensación, está
en las personas que has perdido, pero siguen ahí al lado y sin embargo está
menos accesibles que los que se fueron definitivamente. Cada día piensas como recuperarlas,
aunque eres consciente que esa es una tarea imposible. Te dejas caer por las
calles que frecuentaban con la esperanza de que un encuentro casual pueda
resolver de golpe, aquello de lo que tú no eres capaz.
Dedicado especialmente
a ti.
Entiendo que os pueda parecer una situación gris y sin aliciente alguno. Tenéis razón. Es como una pérdida de tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario