lunes, 1 de diciembre de 2025

 PERRO COJO MANUEL BENÍTEZ CARRASCO

La mañana lo encuentra acurrucado bajo el toldo de la gasolinera, donde el calor del cemento aún guarda un poco del sol de ayer. Se despereza con un bostezo triste, olisquea el aire buscando algún aroma familiar, pero todo huele a gasolina y aceite viejo.

 En su sueño, todavía siente las caricias de unos dedos pequeños, una voz llamándolo con dulzura, el sonido de su nombre… pero al despertar, solo el rugido de los motores que pasan sin mirarlo.

Camina sin rumbo entre las sombras largas de la mañana. Sus patas, antes acostumbradas a la suavidad de un jardín, ahora pisan asfalto caliente, polvo y cristales rotos. Busca en las caras de la gente un destello de reconocimiento, una señal de que alguien lo espera, de que alguien vendrá por él. Pero todos están demasiado ocupados, demasiado apurados, demasiado ajenos a su historia.

En la tarde, el hambre se vuelve punzante, un agujero que no se llena con recuerdos. Se acerca a los autos estacionados, a los camiones que llegan y se van. Algunos le gritan, otros le lanzan migajas, otros simplemente lo ignoran. Él mueve la cola con cautela, con la esperanza de que un gesto amable lo devuelva a la vida que perdió. Pero nadie lo llama, nadie pronuncia su nombre.

El sol cae, y la fatiga lo obliga a buscar refugio. Se acomoda bajo una banca, en la esquina menos fría de la estación. Antes, dormía sobre una alfombra mullida, junto a la chimenea en invierno, sobre una cama que olía a su gente. Ahora el suelo es duro, y la noche trae consigo el miedo. El miedo a no despertar. El miedo a seguir despertando.

A veces, en la soledad de la madrugada, escucha el eco de su propio llanto. Se pregunta en qué momento dejó de ser parte de una familia, en qué momento su olor dejó de estar en los muebles, en qué momento su nombre dejó de significar algo. Se pregunta si ellos también lo extrañan, si aún lo buscan, si volverán por él. Pero la respuesta nunca llega.

Y cuando el día comienza de nuevo, él sigue ahí, con los ojos húmedos y la esperanza rota, viendo el mundo moverse a su alrededor sin detenerse jamás.

También podrás escucharlo en:  https://youtu.be/Xx96wgntNJE 

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